2014/09/30

#revistas #arquitectura | 2G | 70 | Langarita Navarro

Langarita Navarro/ textos de = texts by Florian Heilmeyer, Daniel Fernández Pascual, Roberto González García
Gustavo Gili, Barcelona : 2014
176 p. : il col.
Nº monográfico de: “2G : revista internacional de arquitectura = international architecture magazine", n. 70 (2014)
Texto en español e inglés
ISBN 9788425227059

Langarita Navarro (Estudio de arquitectos)
Arquitectura – Siglo XXI – España
UPV/EHU · DISPONIBLE EN E-LIBRO
http://millennium.ehu.es/record=b1668758~S1*spi

En los últimos años, la práctica arquitectónica ha sufrido profundas transformaciones. En países con una fuerte tradición artesanal, como es el caso de España, el antiguo modelo de estudio de arquitectura que podía llegar a encargarse de proyectos de muy distinta escala ha sido sustituido por las grandes ingenierías que desdibujan el papel del autor clásico en aras de una rentabilidad de mercado. A esta nueva situación se ha sumado la grave crisis socioeconómica que han sufrido sobre todo los países del sur de Europa, de modo que las nuevas generaciones de arquitectos se han enfrentado a condiciones de trabajo muy diferentes a las de sus antecesores, en muchas ocasiones instalados en una nueva precariedad de medios económicos y materiales.

El joven estudio de arquitectura madrileño compuesto por María Langarita y Víctor Navarro ha abordado la nueva situación ajeno a las prácticas de los años de abundancia que, por otro lado, no llegaron a conocer. Desarrollan su trabajo en la nueva precariedad surgida a partir de la crisis económica y se adaptan con naturalidad a cualquier tipo de encargo y condiciones, desde la urgencia de instalaciones efímeras —como la Red Bull Music Academy o el montaje de escenarios, exposiciones o chiringuitos— a concursos de cierto peso —como el Medialab - Prado de Madrid— o casas unifamiliares. Gran parte de los trabajos son actuaciones sobre edificios existentes (otro signo de los tiempos), en los que dejan huellas no permanentes con el convencimiento de que su intervención únicamente es entendible como parte de una secuencia de actuaciones sobre lo construido que aporta cada generación.

Este número de “2G” es la primera monografía que recoge la obra de Langarita Navarro. La presentación de su obra viene precedida por tres artículos del crítico y editor alemán Florian Heilmeyer, y de los arquitectos españoles Daniel Fernández Pascual y Roberto González García. La sección “nexus” incluye una reflexión de los propios Langarita y Navarro sobre el hecho de construir sobre lo existente (“Trabajar con máquinas del tiempo”) y una conversación de los arquitectos con la autora Andrea Valdés y el artista David Bestué.

Destruir con inteligencia y placer. La arquitectura tras la crisis y la destrucción
Extracto de la introducción

La arquitectura está experimentando una enorme transformación. La obra de María Langarita y Víctor Navarro —así como la de otros muchos arquitectos de todo el mundo que abordan temáticas similares— atestigua la magnitud del cambio que se está produciendo en la actualidad. Por tratarse de un cambio tan silencioso como esencial, en este artículo me gustaría situar la obra de Langarita Navarro en un contexto histórico amplio. Para ello, y con el fin de esclarecer el significado de este cambio para la profesión del arquitecto, es necesario examinar detenidamente una temática rara vez abordada en la arquitectura: su relación con la destrucción. [...]

Sin embargo, me gustaría plantear otros argumentos con relación al trabajo de Langarita Navarro. Términos como “nuevo pragmatismo” o “nuevas limitaciones” son demasiado tímidos y no acaban de resultar adecuados, ya que sugieren una arquitectura que surge de manera provisional en tiempos de crisis, mientras se está a la espera de que otras soluciones, de mayor escala, vuelvan a ser posibles económicamente. En mi opinión, nos enfrentamos a algo completamente distinto, a una arquitectura profundamente nueva, que no solo sabe cómo lidiar de forma eficiente con recursos escasos (por ejemplo, construyendo lo existente), sino que disfruta sinceramente con esta nueva y compleja tarea.

En una discusión que mantuvimos antes de redactar este ensayo, María y Víctor comentaron: “Trabajar con lo existente es uno de nuestros intereses principales”. En obras como la Red Bull Music Academy o el Depósito de las Especies, resulta evidente el enorme placer y creatividad que implica un proceso desarrollado desde el análisis preciso de las cualidades existentes y que no sufre inhibiciones a la hora de usar, alterar o remodelar lo existente. “Cuando éramos estudiantes, todo giraba en torno a los nuevos edificios. Pero, para nosotros, siempre ha sido muy importante referirse al contexto, trabajar con la energía de los objetos que encontrábamos, transformarlos, conservarlos y ponerlos al día. La creatividad no solo consiste en crear algo nuevo, sino también en transformar lo existente y combinarlo para crear algo nuevo”. Es esta una posición fundamental, común a muchos arquitectos europeos (no solo jóvenes), y no solo una solución de urgencia en respuesta a unas circunstancias económicas adversas, sino una convicción mucho más profunda.

Una arquitectura entregada a lo existente con enorme pasión y placer se ha hecho visible. Esta arquitectura muestra gran consideración, apertura y flexibilidad al comprometerse con el tejido existente y proporcionar instrumentos para el análisis y el desarrollo de situaciones cotidianas. Este modo auténtico de percibir las situaciones existentes sin dogmatismos permite que surjan posibilidades insospechadas, calidades espaciales invisibles y nuevas relaciones que, sin duda, enriquecen los proyectos, bien sea mediante el uso constante del tejido construido o bien a través de la vinculación con nuevas ideas. Por suerte, esto no implica prescindir de nuevos edificios. ¡Uno debe acordarse de destruir de forma inteligente! Por supuesto, las nuevas formas construidas forman parte del repertorio de esta arquitectura, aunque no meramente como reflejo contra lo viejo, ya que se llega a ellas tras un análisis y una argumentación detallados que expliquen por qué debe cambiarse lo existente de forma tan drástica.

Esto constituye una manera totalmente nueva de entender la profesión del arquitecto y genera un nuevo modelo que también incorpora una mayor disposición a cooperar, puesto que la complejidad de las tareas planteadas en la actualidad exige un nuevo tipo de creatividad. Como nunca antes, se requiere que los arquitectos integren el trabajo de expertos de disciplinas muy diversas, teniendo en cuenta a los futuros usuarios y a los clientes de sus edificios. Quizás esto contribuya a reducir el ego del arquitecto. Por fortuna, hoy en día, esos luchadores solitarios inmunes a los consejos y en extremo egocéntricos, al estilo de Le Corbusier o Roark, constituyen una especie en vías de extinción. Por fin, el arquitecto ya no es un individualista brillante y creativo, sino un director de orquestra que depende de la colaboración, un cirujano que considera con enorme cuidado dónde hará la siguiente incisión y que intenta asegurarse de que la intervención será eficaz, además de lo menos invasiva posible.

Esta nueva apertura a lo existente y a las nuevas disciplinas no ha menguado la producción de arquitectura, sino que la ha incrementado, pues cuando la arquitectura deja de estar bajo la presión constante de producir continuamente cosas nuevas, se abren realmente todas las opciones. Un ejemplo es el de los arquitectos franceses Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal, a quienes se les pidió que formulasen ideas para mejorar la plaza Léon Aucoc (Burdeos, 1996). Tras un exhaustivo análisis y discusiones con los residentes y usuarios, los arquitectos sugirieron no hacer nada. En su opinión, sería mejor destinar el presupuesto para el mantenimiento y la limpieza de la plaza existente. “Para nosotros todavía es muy importante entender eso como proyecto. No se trataba de un rechazo; era una manera enteramente consciente de no hacer nada”. Una arquitectura que se compromete con lo existente hasta el punto de redescubrir la opción de no hacer nada pertenece al siglo XXI. Mirando atrás, se hace evidente que el vocabulario del arquitecto había mermado considerablemente y que se había centrado, sobre todo, en la obra nueva. A partir del vocabulario redescubierto, se está desarrollando una arquitectura que conduce a resultados más complejos e incorpora diferentes niveles.

La trayectoria de Langarita Navarro muestra que han tenido que abordar muchas de esas temáticas de actualidad. Su obra tampoco puede encuadrarse en una única categoría, pues se permiten dar respuestas diferentes a cada una de las situaciones con las que se enfrentan, implican a otros especialistas y escogen entre múltiples estrategias: desde no construir prácticamente nada a destruir con inteligencia. El tejido construido existente es su primer y más importante recurso. Constituye la materia con la que trabajan y a partir de la cual desarrollan nuevas estrategias arquitectónicas. Una y otra vez han demostrado que las intervenciones más inteligentes no son las nuevas, sino las que optimizan lo existente. [...]
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